Ojos caracol

Cuando te quiero encontrar entro por la mirada de tus ojos

entro y viajo lento como el ketchup

montada en un tobogán viejo

voy divagando y bajando por el espiral de tus paredes,

cantando.

Guardas melodías en cada pared del caracol de tus ojos

ya me sé algunos pentagramas de memoria

oigo los sonidos de las teclas de tu piano desafinado

y las cuerdas de tu garganta cuando envejecidamente

me dicen: Te amo, con pie forzado.

Piano de barra

piano frío

negro y casi enlutado

piano que ya no cree en historias

con oídos desafinados y labios partidos.

Desciendo hasta tocar el fondo

desciendo por las curvas de tu caracol

me hundo en tus arenas movedizas

floto, salgo, doy unas pisadas y camino hacia la esquina,

hacia la próxima curva de éste caracol infinito

y allí, en el banquillo que está petrificado en dicha curva

en ése banquillo que siempre tiene una flor, me duermo

me acurruco en sus brazos de madera de acacia marchita

me abriga, me canta nanas,

amo ése banquillo que me ha sabido dar

de su amor, de su aroma a viejo

y sobre todo... de su calor.

Amo sus ojos

tus ojos

... ojos caracol.